jueves, 30 de abril de 2009

Muy raro


El torneo de tenis «Conde de Godó» era el más prestigioso de España. En los últimos años ha perdido protagonismo en beneficio del «Masters» de Madrid. Pero sigue siendo un gran campeonato, y su nombre arrastra un indudable prestigio. Este año, por quinta vez consecutiva, lo ha ganado Rafael Nadal. Y lo ha hecho con facilidad suprema, porque al Godó no ha venido casi nadie de fuera. Ni Federer ni Djokovic ni Murray.

Pero en este artículo no pretendo establecer comparaciones con la posible desgana de los organizadores del Godó y la ambición y fuerza de Manolo Santana, que han contribuido de manera fundamental para que Madrid, y no Barcelona, se haya convertido en la capital del tenis español, rango que siempre ostentó la Ciudad Condal. Me interesan otras rarezas, políticamente sospechosas.

El torneo lleva el nombre de un conde. El de Godó. Se celebra en el centenario Real Club de Tenis Barcelona, que como su nombre indica es un «Real Club». Lo patrocina el Banco Sabadell, que está implantado en todo el territorio de España. Me figuro que contará con el asesoramiento de la Real Federación Española de Tenis. Se trata de un acontecimiento deportivo que aún mantiene su atractivo en el circuito internacional de tenis, y está notablemente dotado de premios y dietas.

Pero le molesta el Himno de España. Rafael Nadal ganó, a principios de año, el Internacional de Australia, celebrado en Melbourne. La primera vez que un tenista español lo conseguía. Después de recibir el trofeo, se oyó el Himno de España. Rafael Nadal ganó en Indian Wells, un «Masters 1000» -como el inmediato que se celebrará en la Caja Mágica de Madrid-, y después de recibir el trofeo, se oyó el Himno de España. Rafael Nadal ganó el también «Masters 1000» de Montecarlo, y asímismo por quinta vez consecutiva. Cuando el Príncipe Alberto de Mónaco le entregó el trofeo, se oyó el Himno de España. Y llegó el Godó. Lo ganó Nadal, y se lo entregó la Infanta Cristina. Pero en España, no se oyó el Himno español. Y me pregunté. ¿A quién le molesta el Himno de España en el Godó? ¿Al conde de Godó? ¿Al Banco Sabadell? ¿A los directivos del Real Club de Tenis Barcelona? ¿A la Real Federación Española de Tenis? ¿A la Infanta Cristina? ¿A los recogepelotas?¿ Al público no. El público de tenis de Barcelona es el más sabio, antiguo por afición y educado de España. Un público que se vuelca con Nadal, Ferrer, Verdasco y Feliciano López no se puede sentir molesto y ofendido porque en un gran evento deportivo celebrado en Barcelona suene el Himno español.

Estoy seguro de que a la Infanta Cristina, duquesa de Palma e hija de los Reyes, tampoco. Le encanta el Himno. A Nadal y Ferrer, los finalistas, lo mismo de lo mismo. Del conde de Godó tampoco albergo dudas, como de los directivos del Real Club de Tenis Barcelona y del Banco Sabadell. Aunque su nuevo presidente sea republicano, pensar que la Real Federación Española de Tenis es la causante del desprecio u olvido del Himno Nacional no se me antoja correcto. Por ello, sería conveniente que la organización del Godó nos abriera los ojos señalando al imbécil que considera inapropiado que en España, y después de vencer un español, el Himno Nacional esté prohibido.

No sabemos quién es el imbécil, pero por ahí se mueve.


Alfonso Ussia

martes, 28 de abril de 2009

España, el top manta del paro



Hace poco más de un año ZP galleó proclamando que su Gobierno había derrotada a la lacra del paro y que esta legislatura sería la del pleno empleo. Cuando la incompetencia y la incapacidad llegan al Poder, bajo la apariencia antropomorfa de ZP y sus ministros, adoptan la forma de la fatalidad.
Un año después de haber pronunciado aquella chulería de “Casa del Pueblo” las oficinas del INEM zumban como una colmena apedreada con más de cuatro millones de españoles vencidos y derrumbados que, expulsados de la ecuación del mercado, están ya en la oscuridad del paro, donde el futuro se acaba y el tiempo transcurre lento escuchando a ZP eructar gilipolleces sobre la fortaleza de nuestra economía, la solvencia de nuestro sistema bancario y que dentro de un “ratito” empezará a mejorar la situación. Mentira.
ZP miente con toda la boca porque allí donde cuatro millones de españoles buscan trabajo y pan, él y los socialistas, que fabrican parados como los manteros CDs piratas sólo buscan una justificación que en mitad de la rutina, del caos y de un paro endémico les permita ganar otra vez las elecciones.
ZP ha perdido la autoridad moral para gobernar porque más de cuatro millones de parados le envuelven como una mortaja. Más de cuatro millones de españoles sufren en el paro y más de un millón de nuestros compatriotas conocen la completa oscuridad de la desesperación absoluta pues en sus hogares todos los miembros de la familia, en edad de trabajar, están en el paro. El sufrimiento de todos y cada uno de ellos es el delito político y el pecado social de ZP, tan pródigo en promesas y tan mezquino a la hora de cumplirlas.
Aunque su arrogancia esté siendo barrida por las manos ociosas de más de cuatro millones de parados ZP nos ofrece su sonrisa y su optimismo patológico como quien tiende una camisa a secar al sol. El crescendo del ritmo del paro es la partitura del estallido social que está a la vuelta de la esquina de cualquier oficina del INEM, y él sonríe. Sonríe y ensucia su discurso de mentiras y traiciones a los trabajadores y a los pequeños y medianos empresarios que son los que, con su esfuerzo cotidiano sostienen la Nación que él destruye a diario, mientras sólo satisface con largueza a la Banca, que es la que le va a pagar sin pedirle cuentas por el préstamo la próxima campaña electoral.
El estadista planifica, como han hecho Sarkozy y Angela Merkel, y el político urde tácticas y añagazas para ganar las elecciones. Por eso Francia y Alemania soportan los efectos de la crisis con fortaleza y trabajo, mientras España se arrastra en la nada y en la secesión con más de cuatro millones de parados que abonarán la próxima victoria electoral de un alfeñique político que no tiene un verdadero propósito nacional y social más allá de los caprichos de su bisutería filosófica y de su quincalla dialéctica giliprogre.

Eduardo García Serrano

viernes, 24 de abril de 2009

¡¡ FELICIDADES JEFE !!


En tu 106 cumpleaños ¡¡¡ FELICIDADES !!! Tú que disfrutas de la presencia del Padre, protégenos.
Danos ante los hermanos muertos por la Patria perseverancia en este menosprecio hacia las voces farisaicas y oscuras, peores que voces de mujeres necias. Haz que la sangre de los nuestros, Señor, sea el brote primero de la redención de esta España, en la unidad nacional de sus tierras, en la unidad social de sus clases, en la unidad espiritual en el hombre y entre los hombres, y haz también que la victoria final sea en nosotros una entera estrofa española del canto universal de tu gloria.



JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA
¡¡¡ PRESENTE !!!

jueves, 23 de abril de 2009

Cartas a mis hijos (II) LA AMISTAD


Queridos capitanes:

En esta segunda entrega, esta segunda carta que espero no tenga que ser puesta sobre vuestro tapete de juego, que el Sumo Hacedor me conceda el tiempo como para ser yo quien os hable y no exista la necesidad de recurrir a este negro sobre blanco, quisiera abordar un tema que, a pesar de ser inmenso y aparentemente inabarcable en unos cuantos renglones torcidos, no puede quedar escondido en la cartera de mi corazón: la amistad.
Y como, aunque difícil, hay que ir viendo por dónde se colocan cercos a este campo, os anticipo que tan solo voy a abordar uno cuantos matices de este cuadro infinito: de quién ser amigo, y qué puede esperar un amigo de otro.

Tendemos todos a pescar en nuestro río, y eso provoca que nuestros amigos coincidan con nosotros bien por vivir en las mismas coordenadas geográficas, bien por compartir creencias, ideologías o sentimientos, bien por cualquier otro tipo de concurrencia. Lo que damos en llamar vida moderna, y que para cuando vosotros leáis esto quizá no sea más que un vestigio del pasado, nos depara sin embargo oportunidad de conocer a gentes con una enorme disparidad de criterios y orígenes, lo que la red de redes y sus posibilidades han venido a elevar al cubo.
A pesar de esto último, tendemos a encerrarnos en nuestras posturas y discriminamos, cribamos con un rasero no doble, sino a veces triple, a la gente por cuestiones en ocasiones de aparente entidad y otras de clara trivialidad, como sin ir más lejos su aspecto físico: tendemos a preferir amigos y amigas (en especial estas últimas, siendo varones, y de ahí que emplee el femenino) cuanto más guapas, altas, atléticas, bien proporcionadas y vestidas. Aun libres de esa estúpida restricción, que no por extendida deja de ser menos tonta, lo que es difícil es no caer en la tentación de juzgar a las personas que nos rodean por lo que piensan... o por lo que dicen que piensan.
A un querido amigo, Eduardo Arias, con el que hace algún año que no coincido (valga esto para deciros que aunque la amistad cuando no se emplea se oxida, la consideración de tal no debe ser desteñida por el paso del tiempo), le escuché una noche en uno de esos programas majaderos que poblaban la televisión (hablo en pasado con la esperanza de que ese invento del maligno mejore en el tiempo que separa la escritura de ésta, con vuestra lectura, aunque sinceramente lo dudo y mucho) una frase que me impactó, y que os transcribo como un regalo: "Se puede ser liberal en ideas y dogmático en actitudes o dogmático en ideas y liberal en actitudes".
Como toda generalización, sí, es injusta. Pero me da pie para hablaros de lo que me interesa: la eliminación de barreras mentales a la hora de seleccionar vuestros amigos. Sabéis, porque lo habéis visto, y porque os lo habrán contado amigos y enemigos, que en determinados aspectos soy catalogado como lo que popularmente se diría un intransigente, un catolicarra. Con sentido del humor os dirán que vivo, o vivía, en la caverna, y sin él que soy una especie a extinguir o directamente a exterminar. Al tiempo, sabéis también que hago gala de tener amigos, no conocidos, sino amigos, en los más diversos puntos del entramado político y con las más pintorescas creencias. Ahí tenéis a Álvaro, a quien en las pocas ocasiones en que Juan ha coincidido con él (Luis no ha tenido esa fortuna a la hora de redactar esto) le llamaba sin ningún tipo de ambages tío. Álvaro es lo que podríamos llamar un separatista irredento, que defiende la idea de que Galicia es algo totalmente extraño a la idea de España... y yo, ya sabéis, soy un defensor a ultranza de la unidad de España. Y no es el único caso: Julián, Toni, Enric... a años luz de mis coordenadas ideológicas. Una de mis más apreciadas amigas que haría parecer que Santiago Carrillo está a la derecha de Blas Piñar (os ruego que recurráis a la humilde biblioteca que os lego para saber quiénes eran estas dos persona; me temo que la deformación mediática provoque que cuando seáis mayores y deseéis saber quiénes eran estos, os lleguen absolutamente deformados sus perfiles), y con ella comparto horas de charla gratificante en la que el respeto mutuo prima sobre cualquier otra consideración.

Volviendo a la frase que citaba de Eduardo, también os tengo que decir que esto son flores blancas que uno va encontrando después de pincharse los dedos en los cactus que aparecen en el camino. Que cuanto más defensor de las libertades alguien se proclama oficialmente, generalmente podréis estar seguros de que su ciénaga mental es profunda y que en ella podéis ahogaros. Dime de qué presumes y te diré de qué careces, reza nuestro sabio refranero. Pero no es menos cierto que también he ido encontrándome gente que decía pensar como yo y que han demostrado ser, diciéndolo de forma suave, cabrones con pintas, lo que destaca entre tantas personas fenomenales y de una hondura espiritual y humana entrañables encontradas en mis mismas coordenadas: Arturo, Rafael, Juan Jesús, Guillermo o Jorge, quien dará difusión si cree oportuno a estos párrafos y a quien cargo el mochuelo de, caso de que desaparezca de este valle de lágrimas, me sirva de batallón de reserva con la misión de hacéroslas llegar.
Me vienen a la cabeza un par de anécdotas que ilustran este último párrafo con luz meridiana. Por una parte, en una discusión reciente, y en razón de su inmediatez la traigo aquí, en un foro público sobre un tema irrelevante para esta carta, un defensor de las libertades, laico rampante que asume que la educación y el buen criterio sólo pueden estar en su orilla, mermados sus argumentos, dispara una procacidad cargada de un machismo digno de las tabernas más oscuras y sucias del barrio chino de la más podrida villa, para común sorpresa del respetable, que no mía. Otra, de la que al querer dar luz a estos párrafos aún se encuentra sub judice y por tanto no puedo dar más que referencias veladas, cuenta cómo un querido, muy querido, amigo colombiano tuvo que dejar su trabajo por razón de una trifulca con un defensor profesional de las libertades. Éstos tuvieron una diferencia, a lo que al parecer el tono fue subiendo hasta que mi compatriota hispanoamericano (sabéis que considero a todo hispanoamericano como compatriota, sin más matices, por nuestro pasado y tronco común) escuchó cómo le decían que ningún mono de la selva vendría a decir aquí lo que había que hacer. Cuando su respuesta lógica, tras pedir disculpas y no recibirlas, fue atizar un mamporro a quien así parecía demandarlo, las cañas se tornaron lanzas y pagó el pato Pocarropa (como es costumbre inmemorial en nuestra piel de toro). Como veréis, el decir que se defienden unas ideas con aparentes implicaciones buenistas tan solo quiere decir eso. Que se dice que se defienden, pero nada más. Nada que deba predisponeros hacia ellos de por sí.

En cuanto al aspecto físico, internet viene en vuestra ayuda. En muchos casos llegaréis a conocer a alguien por dentro, antes de saber cómo es por fuera. Os daréis cuenta de cómo podéis llegar a ser amigos, más que amigos, con gente que posee un físico que os llegue a repugnar... y no os importará, porque ya sabéis lo que lleva dentro, que a fin de cuentas es lo que prima. Os pido que intentéis extrapolar esto siempre, que busquéis en el interior. Y que, obvio resulta el remarcarlo, no juzguéis a nadie por cómo dice que piensa, siente o cree, sino por cómo actúa. Por sus obras les conoceréis, vaya. Debería deciros, remedando a la Biblia, que no juzguéis si no queréis ser juzgados, pero esto es tan, tan difícil de conseguir que no aspiro a tanto. Yo al menos confieso que no logro cumplirlo, así que no estoy en posición moral de pedíroslo.

Queda la segunda parte: ¿qué puede esperar un amigo de otro? Evidentemente la palabra amigo es muy amplia, un baúl donde cabe todo, desde el simple conocimiento, el saludo por la escalera, hasta la camaradería más profunda, el saberse espalda en la batalla y que, ante una situación de riesgo, las vidas de ambos son perfectamente permutables. Uno daría sin dudar la vida por el otro. Eso sí, no hablo en absoluto de amor, del amor entre un hombre y una mujer, que eso es harina de muy otro costal y para el que me reservo una futura carta.
Así, os diré que a fuer de ser considerado extremista, pienso que la verdadera amistad es esta última. El no abandonar a los tuyos ni ante la muerte. Ni después de ella, que no es el final. Por un amigo se da todo lo que se tiene y lo que aún no se tiene y, aunque os digan que eso no debe ser así, y que es una frase con única intención propagandística, llego a invocar a Millán Astray y a su "con razón o sin ella", pues aun equivocado el amigo no deja de serlo.
En nuevo resumen, a la amistad la veo como una especie de sacerdocio, donde incluso cuando un amigo te traiciona, quizá porque la balanza de la amistad en su caso se decantaba unos cuantos grados en defecto de vuestro fiel, el impulso debe ser el de averiguar qué ha pasado e intentar recomponer lo roto. Dicen que un amigo, es un tesoro y perder un tesoro, siempre es doloroso. Pero ya sabéis que en el fondo no soy más que un romántico impenitente.

La vida, vuestra vida, os irá matizando todo lo que aquí os digo. Os endurecerá, lo sé. Pero llegará un momento en que vuestra propia dureza se os clave como una costra dolorosa, y ése punto es el que, quizá inútilmente, deseo evitaros.
Muchas cosas me dejo en el tintero en este domingo en el que la primavera trata de reír tras el cielo nublado, cruel metáfora sobre la que algún día, también os escribiré, y entonces, sí, ahondaré en los términos amistad y camaradería que en algún punto de esta carta dejo vacante.
Como siempre, os quiere:
Papá.




Juan V. OLTRA

miércoles, 22 de abril de 2009

No se lo digas a mamá


Mariló Montero es periodista, esposa (de Carlos Herrera, también periodista) y madre (de una adolescente).




DIARIO DE SEVILLA

21/03/09

Mariló Montero


Me gustaría saber la identidad de los nueve expertos en los que la ministra Bibiana Aído se escuda para defender que una niña de dieciséis años puede abortar sin consultar con sus padres. Me gustaría saber de qué son expertos y si son padres y madres. Me gustaría saber en qué se fundamentan para decir que dejar tan dramática decisión en manos de una adolescente aterrada es lo mejor para ella.

Me gustaría saber si se han parado a pensar que esa criatura, tras mantener un relación sexual precipitada, va a empezar a sufrir lo que la literatura científica ya ha diagnosticado ante un aborto.

El síndrome de aborto reúne quince síntomas psicológicos que van desde la angustia al sentimiento de culpabilidad, la ansiedad, los terrores nocturnos, la depresión, los trastornos de alimentación o de la vida sexual. Síntomas que pueden llegar a aparecer, dicen los psicólogos de la Asociación de Víctimas del Aborto, incluso años después de haber abortado.

Me gustaría saber con qué valor lanza la joven ministra Aído, con una sonrisa, como quien anuncia un anticonceptivo novedoso,que una niña de dieciséis años está tan capacitada para abortar como para casarse.

Una niña de dieciséis años no está capacitada para abortar ni para casarse, por mucho que se esté normalizando lo que son parches en la vida. Una cosa es que lo haga y otra bien distinta la sacudida que la vida le da a una adolescente casada, quien sale adelante gracias a los apoyos de la familia. Me gustaría saber quién le va a informar a una adolescente de dieciséis años de que si se queda preñada puede abortar sin decírselo a los padres y también en quién se va a apoyar ante semejante circunstancia. ¿En la mamá-administración, o en su mejor amiga, con la que intercambia los vaqueros e inventa en su habitación coreografías de Beyoncé?

Me gustaría saber si esos expertos conocen lo que es ser padres y las complicaciones a las que nos enfrentamos para conquistar la confianza de nuestros hijos en la difícil adolescencia. Me gustaría saber el protocolo de actuación que se llevará a cabo cuando una niña de dieciséis años acuda al centro para abortar y cómo será tratada. Me gustaría saber qué pretenden con esta propuesta de ley, que autoriza a que se rompa la confianza entre hijos y padres. Y me gustaría saber qué se pretende de los padres el día que nuestra hija decidiera abortar en soledad. ¿La recibimos con un aplauso? ¿Le damos sopa caliente? ¿Le preguntamos si llegó a ponerle nombre? ¿O quién habría sido el padre? ¿Debemos obviar el tema, o celebrarlo con una barbacoa? ¿Trae esas instrucciones la nueva reforma de la ley del aborto? Una cuestión más: ¿meterán en la cárcel a una madre que le discuta esa decisión a su hija adolescente? O es la ley del "no se lo digas a mamá porque no la necesitas". Señorita Aído, me gustaría saber si mi hija ha abortado sola. Porque soy su madre.

martes, 21 de abril de 2009

José Antonio en la vida familiar.


Mi casa estuvo en constante relación con la de José Antonio y ambas familias hemos vivido en frecuente vecindad. La madre de él, hermana de mi padre, y la mía, habían vivido en la misma casa desde pequeñas y se querían como hermanas.
El nacimiento de José Antonio constituyó un acontecimiento familiar. Creo recordar que fue su ama "Celes" quien nos inclinó a que durante una temporada le llamáramos Josechu o Josecho. Pero nuestra abuela quiso que se le llamara José Antonio, como el bisabuelo, pues Josechu no lo recordaba el nombre del padre de ella. Por cierto que años más tarde, uno de los últimos días que fuimos a visitar a José Antonio a la Cárcel Modelo, nos acompañó, a María Primo de Rivera y a mí, el ama "Celes".
Por su carrera militar, tío Miguel cambiaba frecuentemente de destino; y tan pronto estaba en Madrid como en Barcelona o África. Más tarde, estos traslados obedecían a otras causas. José Antonio lo comentaba con gracia. “Cada vez que nuestro padre pronuncia un discurso, tenemos que trasladarlos de sitio.” Cuando tía Casilda y tío Miguel vinieron a Madrid desde Barcelona, animó éste a mis padres a que nos fuésemos a vivir a un piso que se alquilaba encima de un bajo que ellos habían tomado en la calle Montesquinza, 11, y allí nos fuimos. Hicimos una vida de relación muy íntima: nuestras amas y niñeras nos llevaban a los mismos paseos y realizábamos nuestros juegos en comunidad. En aquella casa nació Miguel, en una noche de verano, en la que por tener los balcones abiertos y ser el piso bajo, penetraron unos rateros y se llevaron algunos objetos de plata y cuadros del comedor y de la sala.
Hubo una nueva separación al ser destinado tío Miguel Algeciras. De vez en cuando venían a casa de los abuelos y siempre que tía Casilda iba a tener un hijo. Pilar y su gemela, que murió muy pequeña, nacieron en casa. Cuando murió la abuela, vino a visitarnos tía Casilda con los tres hijos que entonces tenía. José Antonio, al ver llorar a su madre, no sabiendo cómo consolarla, le decía que no llorase, porque se le iba a poner la cabeza grande.

Una de las aficiones de José Antonio era el dibujo, para el que tenía una feliz disposición. Mi padre se admiraba de la seguridad con que manejaba el lápiz y de su facilidad para enfocar los objetos, cualidades poco comunes en niños a esas edades. Cuando murió su madre, a los 28 años, al nacer Fernando, se vinieron a vivir a Madrid la madre de tío Miguel con sus tres hermanas, para cuidar a los niños. Se instalaron en la calle de Orfila. José Antonio, desde su infancia, daba muestras de gran serenidad y aplomo. Un día su abuela y su tía nos contaron unas travesuras de los pequeños en su ausencia. Cuando entró José Antonio hicimos una alusión irónica a lo sucedido. El, sin inmutarse, contestó rápidamente: " Ah, ¿se ha comentado? " Sus dotes de mando y organización se manifestaron desde los primeros años. El ama de una de mis hermanas se indignaba creyendo que los padres de José Antonio establecían diferencias entre él y sus hermanos. La buena mujer solía exclamar: "A ése siempre le llevan en butaca de orquesta", manera gráfica de mostrar las injustas predilecciones que en realidad no existían, sino que era una simple imposición del niño, cuyo talento y espíritu superior se sentían complacidos en ver realizados sus deseos. A los diez años escribió, dirigió y ensayó un drama histórico, en verso, titulado la Campaña de Huesca,cuyos primeros versos eran, aproximadamente, como sigue:


" Ya la noche... Cuánto tarda

en volver el mensajero

que envié con una carta

para el Abad del convento!

De fijo que Fray Clotardo,

que fue mi sabio maestro... "


Ramón López Montenegro, al hacer la reseña de la fiesta en A B C, después de encomiar al autor actor y su compañía, observó que debía de ser muy agradable el ser decapitado, ya que cada vez que uno de los pajes traía la cabeza de un noble en una bandeja, ésta tenía una expresión jocosa. La explicación era que como ninguno de nosotros estaba dispuesto a dejarse cortar la cabeza para aparecer como noble decapitado, tuvimos que echar mano de cabezas de cartón rellenas de trapos. La persona encargada de su compra, no se paró en las contradictorias expresiones que el observador cronista apuntó.

También solía formar parte del programa otra obra titulada Los Buñuelos de la Reina, del mismo estilo histórico. Se representaron así mismo obras de otra clase, dirigidas por mi madre, tales como Azucena, Tocino de Cielo, etc. Yo ya no me dignaba trabajar por considerarme mayor y hacerlo peor que todos ellos, sobre todo que José Antonio, Chapalo, Pepa, Angelita y Lula. Pilar y Carmen también actuaban, así como todos los demás primos y algunos amigos.

Para los más insignificantes detalles José Antonio tenía salidas gráficas y originales.

Después de haber estado trabajando toda una mañana intensamente, llegó a casa con apetito, y como se demorase la hora de comer, exclamó a grandes voces: " ¿Es que en esta casa se ha perdido la honesta costumbre de almorzar? "

Muchos días, al sentarnos a comer, yo no recordaba que era día de ayuno o vigilia. El se indignaba conmigo, sorprendiéndose del imperdonable olvido. Me disculpaba diciéndole que como yo no era la encargada de organizar las comidas, no me preocupaba de tan importantes fechas, pero que estaba dispuesta a ayunar con mucho gusto. Entonces empezaba a darme puñetazos y llamarme monja exclaustrada y otras cosas por el estilo.

Cómo salía a cenar muchas noches fuera de casa, por si no ayunaban donde debía ir, hacía la colación al mediodía.

No faltaba un domingo o día de precepto a misa y no trabajaba los días festivos.

Un padre con quien él hizo ejercicios, ha escrito a María, y entre otras frases de admiración, dice que está seguro de que José Antonio era un alma predilecta de Dios.

La carrera de Derecho la había estudiado con mucho entusiasmo y se dedicó a su ejercicio con verdadera vocación. Una vez le oí decir que estaba molesto con un pariente, porque siendo él abogado no le había llevado un asunto de poca importancia.

Consideraba un descrédito para él que la familia no le confiara sus pleitos. Yo le dije que si no lo hacían era por no molestarle y no interrumpir sus múltiples ocupaciones. En tiempo de la Dictadura, trabajaba con éxito, a pesar de que tuvo que esperar a tener la edad legal para doctorarse. No defendía un pleito en el que no tuviera la seguridad de que su cliente estaba asistido de razón.

Ganaba con su bufete más dinero que su padre siendo presidente del Consejo de Ministros, a pesar de ser muy modesto en sus honorarios. Se daba el caso de que muchas veces le hacían regalos espléndidos o le aumentaban la cantidad pedida en concepto de honorarios. En una ocasión me propuso: "Te voy a dar 500 pesetas para tus escuelas y dime de Órdenes religiosas que estén necesitadas, para darles alguna cantidad." Aunque quería hacer creer que los donativos no procedían de él, acabó por confesarme, ante la insistencia mía, que aquel dinero no lo conceptuada como suyo, puesto que le habían pagado de más y que él lo administraba de esa manera.

Por último, quiero dejar aquí constancia de una anécdota significativa.

En cierta ocasión, el padre de José Antonio envió a mi padre unos retratos que habían hecho los chicos. Tío Miguel ponía un comentario al pie de cada uno. En el de José Antonio decía:

"Este será un hombre del que hablará mucho la historia."
Nieves Sáenz de Heredia
Gracias a Goyo.-

sábado, 18 de abril de 2009

La mula enjaulada


Mientras el común de los internautas no se huele lo que le viene encima, la SGAE está “en la ultima fase de firmar un acuerdo con Redtel, bastante parecido al modelo francés“. O en otras palabras, de dar patente de corso a los operadores de Internet en España para que vigilen a los usuarios de redes P2P e incluso les corten la conexión si reinciden, con la “participación del Ministerio de Cultura y el de Industria”.

Esto, queridos lectores, significa que los operadores nacionales de telecomunicaciones con red propia, ONO, Orange, Telefónica y Vodafone recogerán datos de nuestras conexiones convirtiéndose en una suerte de Gran Hermano que aun se queda corto, sembrando la duda sobre si alguien empleará ese filtro para averiguar nuestras creencias religiosas, ideología política o tendencia sexual. O si somos del Betis o nos gustan los huevos fritos, que tanto me da.

Leyendo lo que la SGAE vomita en sus boletines, un extraterrestre pensaría que el usuario medio español de internet es una suerte de pirata con garfio y parche en el ojo, al que hay que encerrar bajo siete llaves. Pero no, la ley no dice eso; y como no lo dice… pues habrá que cambiarla. Se pide incluso retirar la circular de la fiscalía de 2006 que despenalizaba el P2P. En otras palabras, se pide convertir en delito lo que no lo es. Mañana ¿será delito votar lo que no le guste a la SGAE?. Porque ya puestos a poner filtros, quizá lo ideal sea uno para medir lo que pensamos y sentimos.

Este empeño en penalizar el emule y aplicaciones similares con la “supervisión de la circulación y las descargas de contenidos de la red” que se nos viene encima en el 2010 no es más que el último eslabón de la cadena de este debate falso y maniqueo que convierte en perversa cualquier descarga y que ve al usuario como un esquizoide pegado a su máquina bajo el grito de “a descargar, a descargar, que el mundo, se va a acabar”. Pero con todo esto, se olvida un pequeño y nimio detalle: la constitución española, que ampara el derecho de acceso a la cultura, a la información… y el artículo 27 de la declaración de derechos humanos.

¿Estamos ante una amenaza o una oportunidad? ¿Se abrirá un verdadero debate donde poder establecer cauces adecuados para que los derechos de los autores no choquen frontalmente con la necesidad de la sociedad de difundir y recibir cultura?. Formas para ello las habría y muchas. Pongamos como ejemplo que ud. quiere conseguir una película de Rafael Gil rodada en la década de los 50. Lo más probable es que no pueda conseguirla por los cauces oficiales: no existe en videotecas, en las secciones correspondientes de grandes almacenes, etc. La única forma de conseguirla es el emule, el ares o esperar pacientemente a que los desquiciados programadores de ese invento del maligno que es la televisión la programen en un horario indecente de madrugada o a lo largo de una mañana laboral. ¿Y si pudiera “legalizar” esa copia?. Adviertan las comillas, no digo que hoy por hoy sea ilegal, porque no lo es. Pero si el problema que hace discrepar a algunos sobre esto estriba únicamente en el pago de los derechos a los autores ¿porqué no permitir el habilitar una forma para hacerles llegar el pago de estos y aquí paz y después gloria?. Seguro que los defensores del P2P, absolutamente convencidos de la legalidad sin este pago, transigirían con el pago de los céntimos (no más) que supondría este pago, una vez desprovisto el producto de envoltorio, gastos de manipulación, distribución, etc. Técnicamente sería posible. Y claro, también sería posible saltárselo, pero además de la inutilidad de ponerle puertas al campo, esto siempre ha pasado, aun antes de internet.

Pero no, hoy por hoy no hay duda de que nada se hará en esa dirección, vamos camino a que se abran nuestras cartas para ver si plagiamos a Bequer o, mejor aun, a cobrarnos un canon directamente por el papel y la tinta.

Están buscando que los internautas nos enfademos. Que nos demos masivamente de baja de las conexiones de alta velocidad que ofrecen las compañías, que boicoteemos los productos de todos losartistas españoles que componen la SGAE.

Todo esto se mueve en un secretismo absurdo, como un nuevo tribunal de los horrores donde se condenará quizá a la horca a David Bravo. Preparen una celda a su lado en el corredor de la muerte, quizá me lleven a mi detrás.

Esta idea de vigilar a los internautas colocando los suficientes filtros, utilizando metodologías de inteligencia artificial, hace reflexionar sobre aquella frase de Skinner: “El auténtico problema, no es si las máquinas piensan, sino si lo hacen los hombres”.




viernes, 17 de abril de 2009

"Bravo, Neira"


La vida es un don maravilloso de Dios que se termina aquí, en la Tierra, cuando Él quiere, y que por eso, por estar en Sus Gloriosas Manos, merece ser vivida de manera coherente y digna. Es más: merece ser entregada como la entregó, hace 257 días, el profesor Jesús Neira. La entregó, saliendo a defender a una mujer que estaba siendo agredida, y ahora la ha recuperado, al cumplir 56 años, porque Dios ha querido. Porque probablemente tenía que aprender algo pasando por ese doloroso trance que ha durado lo mismo que un embarazo.
Neira salió del hospital de Majadahonda como un héroe. El mundo, tal y como está diseñado, es un escenario en el que casi siempre triunfan los rufianes, los golfos, los más miserables. El profesor, que salió ayer sonriente y emocionado, ha demostrado que se puede triunfar ante la consideración de los demás siendo decente y digno. Se puede ser ejemplo, y ganar la admiración, el sincero respeto y el cariño de quienes no te conocen, comportándote con hombría y con decencia, con rectitud, con sentido común, con valentía y con amor al prójimo. En definitiva, se puede ser número uno, en este mundo de la falsedad y el egoísmo, siguiendo los pasos de Jesucristo.
Pero Jesucristo pagó con la Cruz su amor por todos nosotros. Y Jesús Neira ha tenido también su particular cruz. Días y noches de silencio y dolor, para él y los suyos, de angustia, incertidumbre, miedo. Es el precio que hay que pagar por estar a la altura de las circunstancias. Si se hubiera escondido, si no hubiera mirado, si hubiera hecho lo que hicieron todos los que ese día no se comportaron como debían, no hubiera tenido que estar 256 días en el hospital. La vida es dura, sí, desde luego que lo es. Y sólo hay dos caminos: actuar de forma digna, o no hacerlo.
El "caso Neira" no ha sido portada de los medios de comunicación por tratarse de violencia de género, ni mucho menos. Ha sido portada porque ha tocado el corazón de miles de personas. Porque al ver su ejemplo hemos sabido que ahí está el Bien, que eso es lo correcto, que esa es la norma adecuada de conducta. Y sí, claro, hay que tener mucho valor, sin duda; pero además de eso, antes hay que saber cómo comportarse, hay que tener claro que por ciertas cosas no se puede pasar, y hay que alcanzar la conclusión de que vale más dar la vida por imitar a Cristo que vivir hasta los cien años con la conciencia llena de mugre.
Desde Diario YA, damos un largo e intenso aplauso a Jesús Neira. Porque a veces son necesarios ejemplos como el suyo, aunque sea para que esta sociedad atolondrada y despistada no se duerma del todo y sepa reaccionar cuando hace falta. Ahora, Neira "vuelve a la vida", como él mismo dijo ayer, a vivir los años más felices de su existencia en la Tierra, los años en los que sabrá paladear el honor de haber hecho lo que Cristo hubiera hecho si hubiera estado en su lugar. "El que conserve su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí la conservará".
Viernes, 17 de abril de 2009.








miércoles, 15 de abril de 2009

HIJOS DE LA REPÚBLICA


Este abril se cumplen 70 años de la derrota en los campos de batalla del caos político, económico y militar en que había desembocado aquella República que nació un aciago día del mismo mes en 1931 como resultado de la presión ilegal ejercida sobre un monarca claudicante que no creía ya ni en su misión histórica. Como diría algunos años después José Antonio «el 14 de abril de 1931 aquel simulacro cayó de su sitio sin que entrase en lucha siquiera un piquete de alabarderos» (19-mayo-1935).
Decir que la Segunda República fue un fracaso es casi una tautología pero, desde luego, dicho fracaso no se debió a ninguna negra conspiración sino a un planteamiento erróneo desde el principio. La República implantada en abril de 1931 no era una simple forma de Gobierno en la que el Presidente había de ser designado por sufragio universal sino un régimen político que nació lastrado por una doble hipoteca: la Constitución de diciembre de 1931 y la actuación del Partido Socialista.
Ninguno de los que trajeron la República estaba dispuesto a admitir unas elecciones democráticas y no lo fueron las que sirvieron para formar las Cortes Constituyentes controladas en todos sus pasos por el auto-proclamado Gobierno Provisional. No existía oposición porque la coalición republicano-socialista era la única de las fuerzas en presencia que tenía una organización interna ya previamente establecida mientras que las derechas venían siendo aterrorizadas con episodios como los incendios y saqueos de conventos, iglesias, bibliotecas… llevados a cabo en numerosos lugares de España pocos días antes de las elecciones y carecieron de tiempo y de unas circunstancias que permitieran articular los nuevos partidos. Además, las izquierdas —según el más viejo estilo caciquil— contaron con todo el apoyo del Ministerio de la Gobernación. El historiador Antonio Manuel Barragán Lancharro ha demostrado que en la segunda vuelta, en Monesterio (Badajoz), al igual que en muchas localidades hubo una sospechosa unanimidad y la candidatura oficial arrasó por completo. En la localidad citada votaron 1.374 electores (de 1.818) y 1.369 fueron los votos atribuidos a la candidatura gubernamental. De creer a la sinceridad de la consulta habrían votado a los socialistas Zugazagoitia y Muiño personas que habían ocupado cargos públicos en la vida municipal durante la monarquía o que serían encarcelados por el Frente Popular en julio de 1936 (cfr. http://historiademonesterio.blogspot.com/2008/10/unos-datos-interesantes-sobre-las.html).
Años más tarde el propio el propio Alcalá Zamora reconocerá que aquellas Cortes «adolecían de un grave defecto, el mayor sin duda para una Asamblea representativa: que no lo eran, como cabal ni aproximada coincidencia de la estable, verdadera y permanente opinión española». En consecuencia: «La Constitución se dictó, efectivamente, o se planeó, sin mirar a esa realidad nacional [...] Se procuró legislar obedeciendo a teorías, sentimientos e intereses de partido, sin pensar en esa realidad de convivencia patria, sin cuidarse apenas de que se legislaba para España». Y con toda la trascendencia que da a sus palabras su condición de Presidente del Gobierno Provisional formula esta acusación sobre el nuevo estatuto jurídico: «se hizo una Constitución que invitaba a la guerra civil».
Pero fue el Partido Socialista quien finalmente destruyó aquella República de la que estaba llamado a gestionar su agonía sometido a los dictados de Moscú. El predominio del Partido fundado por Pablo Iglesias se debió a la falta de una base social en la que sustentar el régimen naciente; a la vista del resultado electoral Azaña descartó a los republicanos radicales de Lerroux y dio entrada en su Gobierno a un partido marxista cada vez mas escorado hacia la ruptura revolucionaria con las instituciones democráticas. El socialista Largo Caballero, Ministro de Trabajo, advirtió con toda claridad del papel que aguardaba a los republicanos al amenazar con la guerra civil si las Cortes Constituyentes eran disueltas una vez terminada su función: «ese intento sólo sería la señal para que el Partido Socialista y la Unión General de Trabajadores lo considerase como una nueva provocación y se lanzasen incluso a un nuevo movimiento revolucionario. No puedo aceptar tal posibilidad que sería un reto al partido y nos obligaría a ir a una guerra civil» (Informaciones, Madrid, 23-noviembre-1931). La amenaza se convirtió en realidad en Octubre de 1934 y en 1936.
La tragedia de la Segunda República está simbolizada en figuras como la del Diputado y Ministro Rafael Salazar Alonso. Vinculado desde su juventud al republicanismo, protagonista activo de los primeros pasos de la Segunda República, supo descubrir a tiempo que era imposible que el régimen se consolidara como un marco estable de convivencia y progreso si no conseguía ser un Estado garantizador del orden público y respetuoso con la propiedad y el ejercicio del culto católico y con los demás postulados del régimen social existente y para ello era imprescindible neutralizar a las fuerzas revolucionarias que venían haciendo imposible la convivencia y la modernización de España desde años atrás. Víctima de la venganza del Frente Popular, Salazar Alonso cayó asesinado tras una sentencia del Tribunal Especial de Madrid que dicto un fallo confirmado en el Consejo de Ministros por el Gobierno presidido por Largo Caballero. El antaño golpista se convertía ahora en el último responsable de la muerte de un hombre que estaba convencido de que solo con el cumplimiento de la ley era posible derrotar a la revolución. Su figura es un ejemplo de cómo lo que hubo de bueno en la Segunda República, de afán de libertad y de progreso, de defensa de la unidad de España y de regeneracionismo es un patrimonio que pasó íntegro al Movimiento Nacional. Personalidades como las de Salazar Alonso hacen imposible el intento de identificar a la República implantada en 1931 con la que existía en julio de 1936 y fue derrotada en abril de 1939.
No deja de ser curioso que también los primeros pasos de la República coincidieran con las consecuencias de una crisis económica agudizadas en España por la incompetencia del Gobierno y la actividad subversiva de la izquierda. La solución de los socialistas fue paralizar la incipiente industrialización, destruir las máquinas en el campo y repartir dinero (obtenido de unos impuestos dudosamente gestionados) para asfaltar caminos y hacer zanjas ¿Les suena la receta?


martes, 14 de abril de 2009

¡Pepiño, ministro. Cuerpo a tierra!


Los arcani eran hombres reclutados por las legiones romanas entre los nativos locales. Eso es lo que ha hecho ZP para remodelar su gobierno en medio de la crisis más grave que el mundo padece desde el final de la Segunda Guerra Mundial, según el vaticino del oráculo Obama en el guateque del G-20 en Londres.
En vez de vendimiar talentos de solvencia intelectual y de profesionalidad acreditada, ZP recompone y parchea un gobierno, que en sí mismo es la vertebración de la incompetencia con arcani socialistas, con nativos locales del PSOE y, a mayor abundamiento en la befa, trata de presentarnos como una exhibición de grandeza lo que no es más que una embarazosa muestra de mediocridad repleta de preciadas naderías como Trinidad Jiménez o Ángeles González-Sinde, directora de cine (eso dice ella) más conocida en las algaradas de los titiriteros que en las taquillas de los cines, que es donde los directores de cine de verdad se ganan el pan del prestigio.
Manolo Chaves, el califa de la taifa bética, trae consigo la resaca del fracaso pues en diecinueve años de gobierno en su satrapía autonómica ha conseguido hacer de Andalucía la región más atrasada de la Europa Occidental y la primera potencia del norte de África. Eso, y convertir a Andalucía en una nueva nacioncilla. Una nación de parados y de mendigos engolfados en el PER. Esos son sus méritos y sus conquistas. Más que suficientes para formar parte de un gobierno presidido por ZP.
Maleni Álvarez sale del gobierno, suponemos que para realizarse como mujer en lo que realmente se le da bien: interpretar cualquier papel femenino en el show de Los Morancos. Personalmente la echaré de menos pues sólo ella ha sido capaz de hacerme llorar de risa tanto o más que el mismísimo Cantinflas. Me alegro por Los Morancos y lo siento por mí, pues quien viene a sustituirla en el Ministerio de Fomento, aún teniendo un talento parejo al de Maleni, tiene menos gracia que un tanatorio. ¡Pepiño, ministro. Cuerpo a tierra!
Pepiño Blanco es un personaje, digamos que abrupto, que está en posesión de una mente incapaz de asimilar complejidades con facilidad, por eso sus procesos intelectuales son incomprensibles. De ahí que, el pobre Pepiño, para contar hasta veinte tenga que descalzarse. Es una caricatura como hombre, una broma como político y un sarcasmo como ministro. Su discurso es como el de los borrachos y los tontos sin fronteras, monocorde y circular pues para él detrás de todas las desdichas que afligen al mundo siempre hay un pepero. Ya verán como ahora que es ministro de Fomento será muy capaz de echarle la culpa del terremoto de L’Aquila a un espeleólogo del PP que está de vacaciones en Italia.
Desde que Rubalcaba abandonó la Dirección de Informativos de la Cadena SER, cargo que desempeñó con maestría goebelsiana del 11 al 14 de marzo de 2004, la relaciones del PSOE con PRISA eran manifiestamente mejorables. Nadie mejor para recomponer esa relación de servidumbre bilateral PSOE-PRISA, PRISA-PSOE, que tanto monta monta tanto, que el mismísimo Gabilondo, don Ángel, que ya como ministro será la garganta profunda de PRISA en el Gobierno y la voz del Gobierno en el grupo PRISA.
Y, finalmente, Elena Salgado, azote de fumadores, se hace cargo de la ruina en la que la crisis y Solbes han dejado a la economía española. Sus méritos los desconozco, aunque sí parece la chica más lista, trabajadora y estudiosa de esa cuchipanda gubernamental de ZP cuya cosmovisión no va más allá de una asamblea de colegio mayor progre de los años setenta.


Eduardo García Serrano.

Editorial del espacio “Sencillamente radio”, de Radio Intercontinental

viernes, 10 de abril de 2009

Cristo del Calvario







En esta tarde, Cristo del Calvario,
Vine a rogarte por mi carne enferma;

Pero, al verte, mis ojos van y vienen
De tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza






¿Cómo quejarme de mis pies cansados,
cuando veo los tuyos destrozados?

¿Cómo mostrarte mis manos vacías,

cuando las tuyas están llenas de heridas?






¿Cómo explicarte a ti mi soledad,

cuando en la cruz alzado y solo estás?

¿Cómo explicarte que no tengo amor,

cuando tienes rasgado el corazón?






Ahora ya no me acuerdo de nada,

Huyeron de mí todas mis dolencias.

El ímpetu del ruego que traía

Se me ahoga en la boca pedigüeña.






Y solo pido no pedirte nada,

Estar aquí, junto a tu imagen muerta,

Ir aprendiendo que el dolor es sólo

La lleva santa de tu Santa Puerta.




miércoles, 8 de abril de 2009

900 euros al mes


El otro día escuché a la ministra de Educación. Me parece que era ella. Y si no, da igual. Sería otra pava que hablaba como la ministra de Educación. Títulos, por cierto, el de ministra y el de Educación, que en España parecen sarcasmos. O que lo son. La oí satisfecha de esto y aquello, goteando agua de limón, encantada de que, gracias a ella y sus colegas, el nivel cultural y educativo de los españoles de España vaya a estar a la cabeza de Europa de aquí a nada, e incluso antes, merced a su buen pulso y a sus previsiones astutas, que tienen rima. Con rutas y con virutas. Después, en el mismo telediario, creo, escuché a un ministro de Economía –por llamarlo de alguna forma– que anda camuflado y con gafas de sol, pese a lo arrogante que era en otro tiempo, después de pasar una larga temporada justificando lo injustificable. Y me dije: hay que ver, Arturete, qué poco trecho va, en esta perra vida, de fulano respetable a ministro, y de ahí a marioneta o sicario. Pero lo que me tocó el trigémino fue que ambos, ministra y ministro, mencionaran a los jóvenes y el futuro, en sus respectivos largues, sin despeinarse. Esos jóvenes llenos de futuro por los que tanto curran. Y se desvelan.

Así que voy a proporcionarles hoy, para facilitar un poquito el desvelo, el retrato robot de uno de esos jóvenes por los que cada día, en los ministerios correspondientes, se rompen abnegadamente los cuernos. Puede valer como ejemplo una de las cartas que me llegaron esta semana: la de una chica de 28 años que trabaja en una tienda de Reus cobrando 900 euros al mes. Con novio desde hace dos años. Un chaval noblote y atento, pero con quien no puede irse a vivir, como quisiera, entre otras razones porque él lleva ya seis meses en el paro; y ella, por su parte, carga en su casa con todo el peso de la economía familiar

Porque esa es otra. Con la chica viven su padre y su madre. Ésta, enferma de epilepsia, después de trabajar quince años sin que la dieran de alta en la Seguridad Social, no tiene trabajo, ni ayuda, ni pensión; y los setenta euros que se gasta cada mes en medicinas –un hachazo para la mermada economía familiar– tiene que dárselos su hija. Había en casa una cuarta persona, segunda hija, estudiante, que trabajaba cuando podía hasta que también se quedó sin empleo, y tuvo que irse a vivir a casa de su novio, con la familia de éste, porque en su casa una estudiante era una boca más y no había modo de mantenerla.

En cuanto al padre, nos vale también para retrato robot del español medio. Echado a la calle de la empresa donde estuvo veinticinco años trabajando, perdió el juicio, como cada vez, o casi, que un trabajador se enfrenta en solitario a una multinacional. Después tuvo que pagar las costas procesales y la minuta del abogado, y ni siquiera pudo cobrar el finiquito. Ruina total. Tuvo que dejar el piso que ya estaba casi pagado, malvender el camión con el que trabajaba, liquidar letras e irse a vivir a un sitio más modesto, pagando 900 euros mensuales de hipoteca más gastos de comunidad. Al cabo de un tiempo de estar en el paro consiguió, temporalmente, un trabajo de seis días a la semana llevando un tráiler al extranjero, por 1.600 euros mensuales que, descontados seguros, hipoteca, comida, teléfono e impuestos, no alcanzaban a pagar la luz, el agua y el gas. Pero ese dinero lo dejó de cobrar al quedarse de nuevo en paro por la crisis –ésa que no iba a existir, y que ahora sólo durará, afirman, un par de telediarios–. Y resulta, para resumir, que un hombre que ha trabajado toda su vida, desde los catorce años, se encuentra a los cincuenta y tres con que el mes que viene no puede pagar la hipoteca de la humilde vivienda donde se refugió tras perder el primer trabajo y la otra. Porque no tiene los cochinos 900 euros cada mes. Porque resulta que el único dinero que entra en casa, justo esa cantidad, es el que gana su hija: la joven cuyo futuro maravilloso planean con tanto esmero y eficacia la ministra de Educación, el de Economía y el resto de la peña. Y esa chica, con el sueldo miserable que percibe por trabajar ocho horas diarias seis días a la semana, con la casa familiar puesta a su nombre –el padre, comido de embargos, no pudo ponerla al suyo–, tiene ahora la angustia añadida de que, con los tiempos que vienen, o están aquí, en la tienda entra menos gente, y cualquier día pueden cerrarla y ponerla a ella en la calle. Y mientras, mantiene a su padre y a su madre, paga la luz, el agua, el gas y el teléfono, compra comida y lleva un año sin permitirse un libro o un revista, ni ir a un museo –los cobran– ni al cine, ni salir con su novio un sábado por la noche. Porque no puede. Porque no tiene con qué pagarse, a los veintiocho años y con una carrera hecha, trabajando desde hace cuatro, una puta cerveza. Así que ya ven. Barrunto que la ministra de Educación, y el de Economía, y la ilustre madre que los parió, no hablan de los mismos jóvenes. Ni de la misma España.


ARTURO PÉREZ-REVERTE


lunes, 6 de abril de 2009

Semana Santa


Con el Domingo de Ramos comienza la Semana Santa, un tiempo de reflexión para todos los cristianos, aunque para los agnósticos y ateos sean solamente unas vacaciones para ir a esquiar, a la playa o de compras.
La lectura de la Pasión que se hizo ayer en todas las iglesias debería ayudarnos a meditar sobre algunos aspectos cruciales en nuestras vidas: en ese pasaje estremecedor que narra las últimas horas, angustiosas y terribles, de Jesús entre los hombres puede comprobarse, por ejemplo, la miseria humana, la cobardía, la traición, la maldad innata, el egoísmo...En resumen, lo más despreciable del hombre, aquello que lo aleja de Dios, que lo convierte en el más cruel y despiadado de todos los seres vivos que hay sobre la faz de la Tierra.

Frente a ello, se impone majestuosa la persona de Jesucristo: sereno y lúcido incluso cuando estaba atormentado por el miedo. Con capacidad para perdona incluso cuando estaba siendo vendido por quienes se decían discípulos. Siendo ejemplo para todos, ya en vida terrenal, de una forma rotunda y sin medias tintas. Jesús, al anunciar las debilidades que sufrirían los más próximos a él, demostraba ser consciente de lo que supone la condición humana: "el espíritu puede ser fuerte, pero la carne es débil".
Con esa idea deberíamos vivir todos estos días que ayer comenzaron, la Semana Santa. Quienes nos sintamos hijos de Dios y seguidores del ejemplo de Cristo no podemos eludir nuestra parte de culpa en el injusto crimen que soportó El Crucificado. No debemos ver en este tiempo un simple abandono de las rutinas cotidianas, sino una mirada hacia el interior, un encuentro personal con la propia conciencia, un examen duro, exigente, en el que aprendamos a ser sinceros y a responder a la siguiente pregunta: ¿y qué estoy haciendo yo por los demás, por mis hermanos?

También desde un periódico hay muchas formas de demostrar el sentimiento cristiano en estas fechas. La humildad, el reconocimiento de los errores cotidianos y la desnudez en la búsqueda de la verdad racional son, probablemente, los mejores caminos, los más seguros. Y al revés: la inútil soberbia, el sentirse dueño de una verdad absoluta o la búsqueda desesperada del interés particular son los puentes de plata que ha construido Satanás para todos nosotros. En este diario digital, aún pequeño pero con buena salud, nos disponemos a iniciar esta Semana Santa en Gracia de Dios, con la intención de ser, como poco, merecedores del adjetivo "católico".


miércoles, 1 de abril de 2009

1º de Abril, día de la Victoria



MENSAJE DE PÍO XII A ESPAÑA CON MOTIVO DE LA VICTORIA





Con inmenso gozo Nos dirigimos a vosotros, hijos queridísimos de la católica España, para expresaros nuestra paternal congratulación por el don de la paz y de la victoria con que Dios se ha dignado coronar el heroísmo cristiano de vuestra fe y caridad, probadas en tantos y tan generosos sufrimientos.

Anhelante y confiado esperaba nuestro predecesor, de santa memoria, esta paz providencial, fruto, sin duda, de aquella fecunda bendición que, en los albores mismos de la contienda, enviaba “a cuantos se habían propuesto la difícil y peligrosa tarea de defender y restaurar los derechos y el honor de Dios y de la religión”. Y Nos no dudamos de que esta paz ha de ser la misma que Él mismo entonces auguraba, “anuncio de un porvenir de tranquilidad en el orden y de honor en la prosperidad”.

Los designios de la Providencia, amadísimos hijos, se han vuelto a manifestar, una vez más, sobre la heroica España. La nación elegida por Dios como principal instrumento de evangelización del nuevo mundo y como baluarte inexpugnable de la fe católica, acaba de dar a los prosélitos del ateísmo materialista de nuestro siglo la prueba más excelsa de que por encima de todo están los valores eternos de la religión y del espíritu.

La propaganda tenaz y los esfuerzos constantes de los enemigos de Jesucristo parece que han querido hacer de España un experimento supremo de las fuerzas disolventes que tienen a su disposición repartidas por todo el mundo. Y aunque es verdad que el Omnipotente no ha permitido, por ahora, que lograran su intento, pero ha tolerado al menos algunos de sus terribles efectos, para que el mundo viera cómo la persecución religiosa, minando las bases mismas de la justicia y de la caridad, que son el amor de Dios y el respeto a su santa ley, puede arrastrar a la sociedad moderna a los abismos no sospechados de inicua destrucción y apasionada discordia.

Persuadido de esta verdad, el sano pueblo español, con las dos notas características de su nobilísimo espíritu, que son la generosidad y la franqueza, se alzó en defensa de los ideales de fe y civilización cristianas, profundamente arraigados en el suelo fecundo de España, y ayudado de Dios, “que no abandona a los que esperan de Él”, supo resistir el empuje de los que, engañados con los que creían un ideal humanitario de exaltación del humilde, en realidad no luchaban sino en provecho del ateísmo.

Este primordial significado de vuestra victoria Nos hace concebir las más halagüeñas esperanzas de que Dios, en su misericordia, se dignará conducir a España pro el seguro camino de su tradicional y católica grandeza, la cual ha de ser el norte que oriente a todos los españoles amantes de su religión y de su Patria en el esfuerzo de organizar la vida de la nación en perfecta consonancia con su nobilísima historia de fe, piedad y civilización católica.

Por esto exhortamos a los gobernantes y a los pastores de la católica España que iluminen la mente de los engañados mostrándoles con amor las raíces del materialismo y del laicismo, de donde han procedido sus errores y desdichas y de donde podrían retoñar nuevamente.

Proponedles los principios de justicia individual y social, sin los cuales la paz y prosperidad de las naciones, por poderosas que sean, no pueden subsistir. Y son los que se contienen en el Santo Evangelio y en la doctrina de la Iglesia.

No dudamos que así habrá de ser, y la garantía de nuestra firme esperanza son los nobilísimos y cristianos sentimientos de que han dado pruebas inequívocas el Jefe del Estado y tantos caballeros, sus fieles colaboradores, con la legal protección que han dispensado a los supremos intereses religiosos y sociales, conforme a las enseñanzas de la Sede Apostólica. La misma esperanza se funda, además, en el celo iluminado y abnegación de vuestros Obispos y sacerdotes, acrisolados por el dolor, y también en la fe, piedad y espíritu de sacrificio de que en horas terribles han dado heroica prueba las clases todas de la sociedad española.

Y ahora, ante el recuerdo de las ruinas acumuladas en la guerra civil más sangrienta que recuerda la historia de los tiempos modernos, Nos, con piadoso impulso, inclinamos, ante todo, nuestra frente a la santa memoria de los Obispos, sacerdotes, religiosos de uno y otro sexo y fieles de todas edades y condiciones que, en tan elevado número, han sellado con sangre su fe en Jesucristo y su amor a la religión católica. Maiorem hac dilectionem nemo habet. No hay mayor prueba de amor.

Reconocemos también nuestro deber de gratitud hacia todos aquellos que han sabido sacrificarse hasta el heroísmo en defensa de los derechos inalienables de Dios y de la religión, ya sea en los campos de batalla, ya también consagrados a los sublimes oficios de caridad cristiana en cárceles y hospitales…

¡Ea, pues, queridísimos hijos! Ya que el arco iris de la paz ha vuelto a resplandecer en el cielo de España, unámonos todos de corazón en un himno ferviente de acción de gracias al Dios de la paz y en una plegaria de perdón y misericordia para todos los que murieron, y a fin de que esta paz sea fecunda y duradera, con todo el fervor de nuestro corazón os exhortamos a “mantener la unión del espíritu en el vínculo de la paz”. Así, unidos y obedientes a vuestro venerable Episcopado, dedicaos con gozo y sin demora a la obra urgente de reconstrucción que Dios y la Patria esperan de vosotros.

En prenda de las copiosas gracias que os obtendrán la Virgen Inmaculada y el Apóstol Santiago, Patronos de España, y de todas las que os merecieron los grandes santos españoles, hacemos descender sobre vosotros, nuestros queridos hijos de la católica España, sobre el Jefe del Estado y su ilustre Gobierno, sobre el celante Episcopado y su abnegado clero, sobre los heroicos combatientes y sobre todos los fieles, nuestra bendición apostólica.


16 de Abril de 1939